"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

jueves, 20 de diciembre de 2007

Incógnita

Mi amiga Ross, que a veces se ha dejado ver por aquí, y yo pateábamos las concurridas calles de la ciudad en busca de ideas para incluir en nuestra carta a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. ¡Sí, sí, nosotras seguimos escribiendo carta, faltaría más! Las buenas costumbres hay que mantenerlas. Abrigadas hasta los ojos, de tienda en tienda (eso sí, con los bolsillos vacíos para evitar tentaciones desagradables), de escaparate en escaparate, íbamos despertando el capricho poco a poco. Porque a veces en Castilla nos pasamos de sobrios, y se acercan los Reyes y nos quedamos en blanco, como esperando el Santo Advenimiento.

A lo que iba. Que de repente, Ross descubrió que pasábamos en frente de un lugar que parecía ser de culto, aunque bastante discreto.

- ¡Huy! ¿Esto es nuestro?

Con "nuestro", mi amiga quería decir que si era católico.

- Sí, es una capilla del Arzobispado, donde han trasladado los cultos de la iglesia de San Felipe mientras ésta está en obras.
- Aah...

Efectivamente, el lugar es de aspecto discreto, sin detalles exteriores significativos, como una cruz, por ejemplo.

Precisamente, a los pocos días acudí allí a misa. Y entonces sí me encontré un detalle significativo: una mujer pedía limosna a la puerta. Un lugar con alguien pidiendo en la puerta sólo puede ser dos cosas: un supermercado (y aquello no lo era) o un lugar de culto católico. Porque en lugares con otro tipo de culto no los veo. Y teniendo en cuenta que los que vamos a misa somos los peores, los hipócritas y los desalmados, no sé por qué piden allí, pero en fin, ellos sabrán...