Ésta no es, pero vista por detrás se le parece.
En Valladolid hay una mendiga de la que yo digo que tiene el poder de la multilocación. Vayas a la iglesia que vayas, allí está ella a la puerta. Siempre ella. O ella y alguno más, pero ella es fija. Hacía tiempo que no la veía, pero ayer pasaba yo por la catedral y entré a hacer una visita al Santísimo. Entré por la puerta lateral y allí estaba sentada. Murmuró algo ininteligible cuando pasé por su lado y yo me fui directa a la capilla del Sagrario. Al salir, tras cinco minutos como mucho, decidí hacerlo por la puerta principal porque me venía mejor. Pues allí estaba.
Quizás algún día me decida a preguntárselo. De momento sólo tengo confianza con ella para contestar a su saludo.