Este blog no puede dejar de hacer una mención especialísima a uno de los mejores profesionales del humor que han existido hasta ahora. Lo de profesional no lo digo por decir, porque para hacer reír como lo hacía Daniel Rabinovich hay que currárselo. Trabajo y más trabajo, horas y horas de ensayo. Y todo con la condición añadida de que eran cinco componentes, y hasta que los cinco no quedaban satisfechos con un trabajo determinado, dicho trabajo no salía a escena, según revelaron ellos mismos en su día.
Cuando alguien tropieza leyendo, ¿a quién no se le viene a la cabeza su famoso monólogo previo a la composición "Lazy Daisy"? Gracias a Rabinovich, en algunos círculos familiares Ava Gardner dejó de ser tal para pasar a ser llamada de por vida "Avant Garde". Sabía interpretar a la perfección al tipo cándido que va a lo suyo y no se entera de nada, como con su personaje Manuel Darío, una parodia desternillante de aquellos cantautores que han tenido éxito pese a ser lo peor que haya producido el mundo de la música. Y si a alguien todavía no le suena de nada el programa "Radio Tertulia", le animo fervientemente a conocerlo. En fin, podría seguir y seguir poniendo ejemplos de cómo tanto él como sus compañeros parecen sentirse en el escenario como si estuvieran en el salón de su casa.
Hay quien ha dicho que la mirada de Rabinovich era una marca registrada que nadie ha conseguido imitar. De hecho, al comenzar un show de Les Luthiers con su tradicional saludo, todo el mundo esperaba ya alguna "trastada" de Daniel que rompía la uniformidad del resto del grupo, provocando la risa del público ya desde el inicio.
Esperamos que esta carrera tan "peticriosa" haya sido bien rematada, aunque solo sea por haber dedicado tanto tiempo y trabajo a hacernos reír a los demás.
