"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

domingo, 24 de mayo de 2009

Si se veía venir...

¡Ay, ay, ay!

Habría apostado mi brazo derecho a que palmábamos el partido. Todas las premisas llevaban a esa conclusión.
"Es que eres muy pesimista..." , me dicen.
¡Que no! Que llevo ya un tiempo descolgada del fútbol y sólo me cuelgo de la rama cuando algo va muy bien (Eurocopa de la selección) o muy mal (posible descenso del Pucela). Pero ese descolgamiento mío no ha hecho cambiar nada al Pucela desde mis tiernos catorce años, cuando me sabía la vida y milagros de cada uno de los jugadores. Ahora, el espíritu sigue siendo el mismo, y ahí reconozco a mi equipo: hasta que no tiene el agua al cuello, pero bien al cuello, no reacciona.
Ésa es una de las premisas de las que hablaba antes. Las otras dos son:
1ª El Sporting necesitaba ganar.
2ª Al Pucela le bastaba con empatar.
Conclusión: nos van a freír. Esa misma mañana se lo había comentado a unos clientes, que no habían venido a Valladolid a ver el partido precisamente. Sonreían cuando les dije que al Real Valladolid le habían llegado a llamar "el equipo aspirina", porque todos los demás venían a Zorrilla a remediar sus males.
Me siento como cuando alguien regresa a un lugar después de mucho tiempo y dice con añoranza "están las cosas como siempre, tal y como las dejé". Bueno, pues el Valladolid sigue tal y como le dejé, cojeando de mismo pie.

Éste es el Pucela. Pero es MI Pucela.