"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

miércoles, 31 de marzo de 2010

Van llegando


Valladolid es muy desagradecido con sus turistas. En "Pingüinos" hace un frío que revienta los tímpanos y en Semana Santa llueve, un año y otro. Un año y otro. Y otro. Y éste ya estaba tardando. Pero hoy han caído las primeras gotas. Examinamos con ansiedad el color y el grosor de las nubes. ¿Será ésta la única manera de hacernos mirar al cielo? Ejem...
No obstante, hoy han llegado los primeros visitantes, con sus preguntas habituales: ¿Hay hoy alguna procesión? ¿Tiene un programa de semana santa? ¿Estamos muy lejos del centro? ¿Y para dejar el coche?
La pregunta más graciosa la ha hecho una joven madre:
- ¿Tenéis "catedrales" por aquí?
- Bueno... tenemos una.
Estuve a punto de añadir "y gracias", pero no quise menospreciar la buena intención que, seguro, tuvo Juan de Herrera.* Al continuar la conversación ya me percaté de que lo que quería decir era "iglesias".
Mañana tiene que venir la segunda remesa. Seguiremos informando.

* Recordemos que la catedral de Valladolid sigue sin terminar desde el siglo XVI. Pero, con un poco más de tiempo, entre todos lo conseguiremos. Dibujo de lo que debería ser.

jueves, 18 de marzo de 2010

¡Atención!


¡Noticia de última hora!, al menos para mí: ducharse diariamente es perjudicial para la piel.

Lo curioso del caso es que esto sale a la luz en una época, la nuestra, en que la peña se pirra por los baños de sol sin medida, los tatuajes a tutiplén, los piercing (o como se escriba) perforadores de epidermis y demás prácticas que dejan las penitencias cuaresmales a la altura del betún.

Una de dos: o ya no saben qué hacer para convencernos para ahorrar agua o bien, y esto es lo más probable, la guarrería es uno de los vicios que mejor despierta el ingenio para buscar excusas.

sábado, 13 de marzo de 2010

Aborto libre y progresismo


"Si el progresismo no es defender la vida, la más pequeña y menesterosa, contra la agresión social, y precisamente en la era de los anticonceptivos, ¿qué pinto yo aquí? Porque para estos progresistas que aún defienden a los indefensos y rechazan cualquier forma de violencia, esto es, siguen acatando los viejos principios, la náusea se produce igualmente ante una explosión atómica, una cámara de gas o un quirófano esterilizado."

Miguel Delibes, en ABC el 20-12-2007

viernes, 12 de marzo de 2010

In memoriam


Me lo pasé en grande con La hoja roja. El primer libro no juvenil que leí en mi vida fue El príncipe destronado, eso sí, por orden del profe de lengua, que no nos dejaría pasar la evaluación si descubría que nos habíamos saltado esa condición. Unos años más tarde decidí ver de qué iba Mi querida bicicleta, el único libro que habían leído hasta el momento algunas de mis amigas. Me picaba la curiosidad. El camino lo leí, recuerdo bien, en un tórrido verano. Me imaginaba al Mochuelo y sus amigos saltando por los matorrales y pinares entre el mismo calor que estaba yo soportando en aquellos momentos.

No lo conocí nunca personalmente, aunque su casa está a pocos metros del lugar donde trabajo. En estos momentos no hago más que mirar por la ventana a ver si veo movimiento de familiares, amigos y demás, pero está todo la mar de tranquilo. Como siempre. Delibes era un hombre que pasaba desapercibido, perfectamente camuflado entre el resto de jubilados de Valladolid. No se escondía, pero él se encasquetaba su gorra y su abrigo y salía a pasear por ahí con sus amiguetes como si tal cosa, antes de que su enfermedad lo enclaustrase en casa.

Parece ser que la SGAE le había propuesto como Nobel para el 2010. Antes la muerte que tener tratos con la SGAE, sin duda, ni siquiera para recibir un Nobel.

Dicen que van a poner la capilla ardiente en el Ayuntamiento. Iré a echar un vistazo. Y un Padrenuestro.

Descanse en paz.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Quién sirve a quién?

Aquella fue una de esas clientes inolvidables de las que alguna vez he hablado. Por alguna razón, hay gente que no se me va de la cabeza, por mucho tiempo que pase. Era joven, menos de treinta. Sonriente, simpática, independiente, inquietísima, desordenada. Afirmaba haber empezado a trabajar en relaciones públicas desde que dejó el colegio. Probable, perfectamente capaz. Nada se la ponía por delante. Había venido a Valladolid a impartir unos cursos y después continuaría en Zaragoza, pero antes pasaría por Madrid porque, decía, "una peque de tres años" la esperaba desde hace tiempo.

- La he dejado en el hotel, allí, en Madrid.

- ¿A ella sola?

- No, está bien acompañada, pero no me preocuparía, porque los del hotel ya me conocen. Vivo allí.

- Un momento, me he perdido. ¿Vives en un hotel? ¿De forma permanente?

- Sí. Es que no tengo tiempo para hacerme nada, ¿sabes? Así que paso de tener un piso, que hay que mantenerlo, limpiarlo... Además, me gusta que me hagan la cama.

- Pues con la que está cayendo, no sería difícil encontrar a alguien que se encargase de todo ese trabajo. Harías un gran favor, ¿sabes?

- Ya, pero mira... -se puso hasta seria y todo para decirlo- yo no voy a colaborar en "eso". Yo creo que nadie ha nacido para servir a nadie.

- ¿Y lo de que te hagan la cama?

- Eso es distinto.

- Vaya por Dios.

Y ahora os presento a Mariana Biskina, numeraria auxiliar bielorrusa del Opus Dei, que tendría muchas cosas que enseñarle: