"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

jueves, 29 de abril de 2010

Y ahora uno serio

Kike Gómez Haces, empresaria Ovetense de armas tomar, como el resto de su familia, da toda una lección de carácter en esta entrevista realizada hace tan sólo unos meses.
Kike falleció la semana pasada, a causa de un tumor cerebral, después de un año entero de lucha con su enfermedad.
Desde aquí nuestras oraciones y ánimo para sus hermanos y madre, que ya ha visto fallecer a tres de sus hijos.


¡Hasta el último aliento!



miércoles, 14 de abril de 2010

¿Que por qué pongo ahora este video?

Últimamente oigo mucho, sobre todo en bocas "cincuentenarias" o más, el ya rayadísimo disco de "eso era antes", "ahora es así", o incluso "es la moda", refiriéndose al matrimonio en el primer caso, y a los apareamientos previos o sustitutivos en el segundo y en el tercero.
Es curioso que estas expresiones provengan de personas que, en su mayoría, han tenido un matrimonio que se puede calificar de feliz, en el que no hubo necesidad alguna de hacer pruebas ni prácticas previas, para ver cómo funcionan las cosas y tal. O para ver si éste me sirve o si ésta me va bien, como quien prueba el coche antes de comprarlo, vaya. Tras un periodo de conocimiento en el que no hay necesidad de probar nada, creyeron el uno en el otro y se lanzaron juntos al ruedo. ¿Por qué ahora sus hijos no son capaces de hacer lo mismo? Me temo que algo ha fallado, pero no en su matrimonio, sino en la educación que dieron a sus vástagos. La justificación que hacen de la conducta de sus hijos casaderos apenas puede ocultar un regusto amargo, el de aquél que preferiría ver cómo pisan fuerte en la vida, en vez de tambalearse con inseguridad en la cuerda floja, sin ser capaces de apostar seriamente por la persona de la que dicen estar enamorados. Y eso no es moda, queridos. Es miedo. Más miedo que once viejas.
Lo del matrimonio era "así" antes, y ahora también. Y vivir juntitos a ver qué pasa sigue llamándose amancebamiento. Y tiene bastantes siglos de antigüedad, de moderno nada, señores.

Por eso pongo como ejemplo la historia de Pablo y Patricia, una entre un millón como ellos.



miércoles, 7 de abril de 2010

No me gustas, Clemente

Así que ahora vienes a pedir limosna al Real Valladolid. Porque no me digas que haces un favor. Vienes porque no tienes nada, Clemente. No te quieren en ningún sitio. Y claro, cuando hay sed no hay agua sucia. Es lo que deben de haber pensado también los directivos del Real Valladolid cuando te han contratado.

Sí, tenemos sed. Se admite lo que sea para intentar sanarla. Incluso a ti.

Pero no me gustas. Aunque consiguieras salvar al Pucela del descenso en un acto heróico de rapidez. ¿Crees que hemos olvidado quién eres? ¿Crees que olvidaremos fácilmente aquel día en que, siendo entrenador del Betis, hiciste aquel trapicheo en los despachos para robarnos un partido que os habíamos ganado en el campo de batalla? Aquel día caísteis demasiado bajo tú y tu equipo. ¿Harás lo mismo ahora? Si es ésa tu intención, te aviso que en Castilla tenemos vergüenza torera.

No me gustas nada. Ni siquiera he querido poner foto tuya en el blog. Cuando he recibido el periódico esta mañana y te he visto en portada, lo he condenado a permanecer boca abajo mientras yo esté presente.

Ya sé que todo esto te importa un pimiento, igual que te importa un pimiento el Real Valladolid, la afición y tantas otras cosas. Ya sé que has venido porque no tenías otra cosa entre manos, y no me extraña, la verdad.

Aunque nos salves del descenso, aunque la próxima temporada nos lleves a la UEFA, o a la Liga de Campeones o al lucero del alba, no me gustas, Clemente. Es mejor caer bajo en la clasificación que caer tan bajo, donde tú caíste.

domingo, 4 de abril de 2010

En la vigilia del sábado santo


La iglesia de Santa María Magdalena es famosa por su descomunal escudo

La iglesia de la Magdalena es una de las más tradicionales de Valladolid. La atienden un par de sacerdotes nuevecitos, recién salidos del horno (¡qué ricos!) Decidieron hacer el rito del cirio en la parte de fuera de la iglesia, en lugar de en el atrio, como era la costumbre. Los del bar de enfrente a lo suyo, nosotros a lo nuestro. Diez menos cuatro de la noche. Emoción. Fuego. Nos íbamos colocando.

- Tenga cuidado con las escaleras.- advirtió uno de los sacerdotes a una anciana señora que se aproximaba demasiado al borde.

La hija de la anciana se retira para dejar sitio a su madre. Mi amiga Rosario se retira para dejar sitio a la hija de la anciana. Yo me retiro para dejar espacio a mi amiga y que la hija de la señora etc, etc... Pero el borde de la escalera no se retiró, permaneció inmóvil y no pude hacer nada, absolutamente nada, sino esperar a terminar mi recorrido como croqueta.

Ay, cómo ha de verse una: socorrida por dos caballeros que, a buen seguro, sobrepasan el doble de mi edad. Pero qué fuerza tenían.

Y la anciana señora, ilesa.

- ¡Maldita sea, se me ha roto la vela!- dije a mi amiga, ya dentro de la iglesia.
- ¡Je! Lo extraño sería que hubiera sobrevivido.

Todavía me duele a babor. Y también me duele el orgullo. ¡Aing!

Feliz Pascua a todos.

jueves, 1 de abril de 2010

Jueves Santo


Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.

Luis de Góngora