"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

viernes, 26 de octubre de 2012

Dónde están los curas


No me gusta enlazar sin más, pero creo que este artículo es tan claro que añadir algo sobre él sería destrozarlo:
Dónde están los curas, de Salvador Sostres.


domingo, 21 de octubre de 2012

Casi se marcha sin decirlo

No, ésta no soy yo

Es una delicia cuando la gente se marcha del hotel diciendo lo a gusto que ha estado.
- Está todo muy nuevo -decía la señora- ¿O es que está recién reformado?
Yo creía recordar que la reforma de la zona donde estuvieron ellos se había hecho hacía unos tres años. A ella le pareció mucho.
- Pues está bien conservado. Tenéis buenos clientes, que lo cuidan.
- Lo único -decía el marido- es que hemos pasado un poco de calor. No hemos querido tocar los radiadores por si acaso.
- Nosotros no somos muy de calefacción -decía ella.
Seguimos hablando un poco más acerca de la temperatura interior y exterior y al final, cuando ya se iban...
- "Pa" eso somos de Bilbao.
Detuve la risa justo a tiempo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Ayer la poli me ayudó


¿Veis? Igual que digo una cosa, digo también la otra. Ayer fui víctima de unos de esos tipos/as que aparcan sin pensar en los demás. Salgo del trabajo a las 12 de la noche y me encuentro con que no puedo entrar en mi coche porque el colega de la izquierda (estábamos en batería) ha puesto sus... digo, su vehículo, a tres centímetros del mío. Ni un alma por la calle. Decido llamar a los municipales. A lo mejor hasta interrumpen su partida de mus y me hacen caso y todo.
Tardan en contestar, pero al fin...:
- ¡Policía!
Ay, madre. No sé si seguir. Finalmente les cuento el caso.
- ¿Y no puede entrar por la derecha tampoco?
Les explico que mi precaria condición física no me permite hacer contorsionismo, y menos en un coche en el que, entre asiento y asiento, está la palanca, un contenedor de cd's y un reposabrazos.
- De acuerdo, le enviaremos una patrulla.
Al llegar y ver la situación, con cara perdonavidas (también hay que decirlo), me dice uno de ellos:
- Si le parece, yo le saco el coche.
- Me da igual cómo lo haga, sólo quiero irme a casa cuanto antes. Y en mi coche.
Así que le tendí la llave (con Manolo colgando, que sigue ahí) y en dos zancadas el tío se plantó desde la derecha en el asiento del conductor. Un cincuentón. Lo demás, obviamente, fue coser y cantar. Para él no hubo obstáculos: ni contenedor de cd's, ni palanca, ni reposabrazos, ni gaitas. Para él fue muy fácil. Pero yo no podía hacerlo.
Me llevo bien con mi "invitado imprevisto"*. Hasta el momento me permite hacer una vida casi normal. Pero cuando me hace notar su presencia, a veces hasta me humilla. Porque, repito, el tipo que entró en mi coche ya no cumplía los cincuenta tacos.

* El "invitado imprevisto" al que enlazo es bastante más grave que el mío, pero también es imprevisto. Al menos, yo no lo llamé.

martes, 16 de octubre de 2012

Desenmascarar a un adivino


Una tontadilla rápida....


Bueno, se supone que es un vídeo. Lo digo porque a veces estas cosas ni se ven.

domingo, 14 de octubre de 2012

Razones para creer

Bueeeno, vale. Antes de plantar aquí este vídeo voy a declarar que lo he pillado en el blog de Miriam.
Me ha parecido muy curioso. Cotelo tiene buena mano para estas cosas.
Alguien dice en el vídeo que creer en Dios es la respuesta fácil a todo. No es la primera vez que lo oigo, pero yo no creo que sea una respuesta tan fácil. El que dice que Dios existe tiene que vivir conforme a ello.

sábado, 6 de octubre de 2012

El Concierto

Acabo de ver "El concierto". Es entretenida, mezcla de comedia y drama y deja buen sabor de boca a todos aquellos que odiamos el comunismo a rabiar. Sin embargo, entre todos los detalles hay uno que me ha parecido excelente: el papel de la esposa del protagonista. No sé vosotros, pero yo empiezo a estar hasta la boina de los papeles de esposas abroncadoras, decepcionadas, avinagradas y derribamatrimonios. Ha sido de lo más refrescante ver a una mujer que, no sólo no echa la culpa a su marido de su mala suerte ni de la desgracia familiar, sino que lo apoya incondicionalmente. Y menudo carácter tiene, la señora. Lo veis aquí desde el minuto 4:40 hasta el 6, aproximadamente. Su marido el de su derecha.



miércoles, 3 de octubre de 2012

Comer para creer


- ¿Estás pensando en ponerlo en el blog?
- ¿Qué....?
La primera vez no hice mucho caso, yo seguí dando cuenta de mi "Deconstrucción de atún con tomate y patatas" que tenía delante y Begoña continuó su conversación por otro lado. Nos encontrábamos un grupillo comiendo en el restaurante de prácticas del Colegio Alcazarén. Cuando pagamos la cuenta y levantábamos campamento, Begoña insistió:
- No, que digo que si no vas a poner ninguna referencia en internet sobre esto.
Teniendo en cuenta que Begoña, además de profesora del Colegio, es una de mis cinco o seis fieles lectoras (que no comentarista) y estaría feo disgustarla; teniendo en cuenta que la comida estaba de diez y habría sido una injusticia no decirlo; y teniendo en cuenta que hace mucho que no digo nada del colegio, he decidido dejar aquí huella de lo que ha sido mi mediodía de hoy.
El Colegio Alcazarén, como ya he dicho en alguna ocasión, imparte los ciclos de Cocina y Alojamiento y los miércoles tiene restaurante en prácticas, al que puede asistir cualquiera ajeno al colegio, previa reserva. Las alumnas sirven el comedor, lo cual les sirve de adiestramiento para lo que va a ser su trato con el cliente. Hoy era su primer día y estaban nerviosas.

Supongo que si digo que he comido bastante mejor que en muchos restaurantes pensaréis que estoy exagerando. Así me sucedía a mí antes de venir. Me lo dijeron y no lo creía. No voy a entrar en detalles, porque no me gusta alargarme. Por eso voy a dejar que lo oigáis directamente del público en este vídeo.
Habla también Felisa, una de las profes de cocina. Por cierto, ¡cómo manda!


martes, 2 de octubre de 2012

2 de octubre: los Ángeles Custodios


Antiguamente, al parecer, era el día en que la policía celebraba su fiesta. Lógico: les unía la similitud de ser guardianes y custodios ante el peligro, en su caso del ciudadano honrado.
Pero ya no celebran esta fiesta. Lógico.