Que sí, que sí. Que el orgullo nacional, la sensación de patria, el color de la bandera, todo eso sigue ahí. Lo que pasa es que a algunos (a muchos) hay que saber tocarles la fibra. Y en este caso, la fibra es el "fúrbol". Mientras eso siga ahí, la unidad de España tiene un hilito de esperanza.