"CUANDO LA VERDAD ESTÁ TODAVÍA CALZÁNDOSE LAS BOTAS, LA MENTIRA YA HA DADO LA VUELTA AL MUNDO" (Mark Twain)

viernes, 3 de abril de 2009

Cuidado cuando son varios


- Aquilino, ¿qué le ha pasado?

Mi abuelo se llamaba así. Qué le vamos a hacer, era la época. Trabajaba como portero (o conserje, no sé) en una residencia de estudiantes. Un día apareció con un pequeño "desperfecto" cerca del ojo, bastante molesto, una especie de orzuelo o algo así. El caso es que allí había bastantes estudiantes de medicina que, al ver al conserje con esa molestia, le iban dando sus personales opiniones y consejos acerca del asunto según entraban o salían de la residencia.

- Eso como se quita es con.... (consejo). Pruébelo.

Al poco entra otro:

- Para eso es muy bueno..... (otro consejo)
- Pues me han dicho que....
- Nada, pamplinas, hágame caso.

Ahora uno que sale:

- Aquilino, le traigo esto para su ojo. (Remedio diferente de todos los anteriores)
- Pero si me han dicho que....
- Nada, nada, confíe en mí.

Pasaron varios días y ni con un consejo, ni con otro, ni con ninguno. Por entonces era frecuente recurrir a determinanadas plantas como remedios caseros para este tipo de problemas. Nada aconsejable, por cierto, pero como ya digo, era la época. Y así quedó curado el ojo.

- Hombre, Aquilino, veo que se ha curado. Con lo que yo le dije, ¿no?
- Sí, sí, perfecto, me fue muy bien, gracias.

Ahora uno que sale:

- ¡Buenos días, qué bien tiene el ojo ya! Se puso lo que le di, ¿verdad?
- ¡Oh, sí, muy bueno! Muchas gracias.

Cuando entró otro más:

- Se le ha puesto bien su ojo. Hizo lo que le dije, ¿a que sí?
- Sí, claro. Gracias, gracias.

¿Para qué decepcionarles? Con el interés que pusieron...
Eso sí, cuando fue mayor no iba al médico ni a rastras.