Motivos personales y totalmente ajenos a mi voluntad me impedirán en unos diez días acceder a la red.
Menos mal que he podido avisar, ya estaba preocupada porque no iba a poder ni decir hasta luego. Lo bueno de todo es que a la vuelta de este paréntesis sí que tendré un montón de historias que contar, aunque quisiera no tener que pasar por él.