Impresionantemente bueno el artículo de Ussía en La Razón.
Muy ejemplar y muy digna la reacción de la Iglesia.
Pero me acuerdo de algo que le oí hace muy poco a alguien: "Cristo dijo que había que poner la otra mejilla; lo que no dijo era qué había que hacer después de ponerla."
Sin embargo, mi padre opinaba que, en estos casos, lo mejor era dejar actuar a la madre naturaleza: un buen enjambre de abejas, liberado en el momento oportuno, habría hecho su agosto entre esos cerebros de serrín usado, que en el momento de su "acto de libertad" no contaban con la debida (ni ninguna) protección, y les habría hecho salir a uña de caballo. Nada de violencias. No es necesario. Aunque también era frecuente su expresión "¡cuánta falta de leña!". No sabría decir en estos momentos por cuál de las dos opciones se habría decantado.
Por cierto, una nota ilustrativa sobre la "brillantez" de algunos medios de comunicación: el P(a)ís sigue entrecomillando la palabra profanación al dar cuenta de la noticia.