No me va a pasar, entre otras cosas porque la hacienda de servidora no es nada golosa que digamos.
Sucedió hace un año, aproximadamente. En la recepción de los hoteles se pregunta por cualquier cosa. Y esta vez me preguntaron por un notario. La cosa no habría tenido mayor trascendencia, de no ser por varios detalles. La señora que preguntaba estaba más bien llorosa, eran cerca de las nueve de la noche y quería encontrar el notario YA. Qué urgencia.
Cuando obtuvo lo que buscaba, se retiró y salió. No sé si volví a coincidir con ella.
Reconozco que me intrigó, y al revisar sus datos recordé que nos había dicho que venía con su marido a acompañar los últimos momentos de su suegro. Y, por lo visto, el pobre suegro en cuestión tenía algún papel sin arreglar y claro, había que buscar un notario cuanto antes para resolver el asunto.
¿Llamarían también a un sacerdote o sólo al notario? A lo mejor, "por no asustar al enfermo", se ocuparon únicamente de formalizar la herencia delante de él. En fin, no sé. De cualquier modo, aquél suceso me hizo pensar en lo triste que tiene que ser el final de algunos, con la única compañía de quienes temen que uno se muera unos minutos antes de tiempo.
Sucedió hace un año, aproximadamente. En la recepción de los hoteles se pregunta por cualquier cosa. Y esta vez me preguntaron por un notario. La cosa no habría tenido mayor trascendencia, de no ser por varios detalles. La señora que preguntaba estaba más bien llorosa, eran cerca de las nueve de la noche y quería encontrar el notario YA. Qué urgencia.
Cuando obtuvo lo que buscaba, se retiró y salió. No sé si volví a coincidir con ella.
Reconozco que me intrigó, y al revisar sus datos recordé que nos había dicho que venía con su marido a acompañar los últimos momentos de su suegro. Y, por lo visto, el pobre suegro en cuestión tenía algún papel sin arreglar y claro, había que buscar un notario cuanto antes para resolver el asunto.
¿Llamarían también a un sacerdote o sólo al notario? A lo mejor, "por no asustar al enfermo", se ocuparon únicamente de formalizar la herencia delante de él. En fin, no sé. De cualquier modo, aquél suceso me hizo pensar en lo triste que tiene que ser el final de algunos, con la única compañía de quienes temen que uno se muera unos minutos antes de tiempo.