A saber, "Sanidad Castilla y León" (supongo).
Me encontraba en la ventanilla para intentar la, últimamente, DIFICILÍSIMA tarea de conseguir una consulta con el especialista. Porque ahora vuelven a ser ventanillas. La empleada, parapetada tras un grueso cristal, dijo a través del micrófono:
- Déme su tarjeta sanitaria.
- Vale, pero si quiere, le doy el número de historia...
- ¡Sí, mejor, mejor!
- Aquí tiene. Es que no sé por qué, pero resulta que tengo dos números de historia, me enteré hace poco. Y sólo uno de ellos tiene todos los datos completos y correctos.
- Huy, pues eso es muy malo. Crea muchas dificultades. Tienes que arreglarlo.
Toma ya. O sea, que soy yo la que lo tengo que arreglar, no los administrativos. Me acordé de aquel chiste, de médicos, precisamente. Va un tipo a la consulta y, después de explicar al médico los síntomas, éste le dice: "Pues eso tiene muy mala pinta, ¿eh? Hágaselo mirar."
Empiezo a sospechar por qué hay un cristal entre empleado y usuario.