Ahora les entra la vena educativa. Lo que se alega ahora con Diego Lucas Bernal (El niño de El Royo) podían reclamarlo tantos y tantos...
Se dice de él que nació careciendo de lo que en un bebé es habitual: una familia y estabilidad.
Cierto.
Que carece de relaciones afectivas positivas y seguras.
También cierto.
Que el derecho a ser padres no puede prevalecer sobre el del menor a desarrollarse en un ambiente normalizado.
Es verdad.
Y que la ley que da pie a situaciones semejantes requiere una revisión que evite la pérdida del sentido común.
Conformes.
Ahora sólo nos queda sustituir al protagonista de esta historia por tantos que van de un domicilio a otro, según el turno, y peor aún, por todos aquellos que, a falta de una papá, tengan dos mamás, o viceversa.
Y nos quedamos en las mismas.