- Está muy bien eso, pero claro, hay que tener tiempo.
Pues la verdad, no sé cómo tomármelo. O sea, que los que llevamos un blog es porque tenemos tiempo y un día decimos "oye, pues voy a entretenerme haciendo un blog y así ocupo un poco el tiempo".
- ¡Nooo, a ver si me entiendes, mujer, que lo coges todo por donde quema!
- ¡Je! Es que soy de Valladolid. Si no querías decir eso, ¿por qué lo has dicho?
A estas alturas mi intrerlocutora ya estaba desconcertada y, todo hay que decirlo, un pelín mosca, así que decidí echar un capote:
- Te he entendido de sobra: que hay que invertir un tiempo que tú no encuentras por ningún lado.
- Eso.
- Vale. Pues partamos de ahí: "que no lo encuentras", no que no lo tengas. Porque la blogosfera, aunque no voy a poner ejemplos, está plagada de blogueros que, a juzgar por su situación profesional o familiar, no tienen tiempo. Sin contar los que conozco personalmente, claro.
- No, sí, claro, pero...
- Además, yo tengo la teoría de que un blog se saca en el autobús o andando por la calle. Es cuando surgen las ideas, las vas elaborando, las unes, y cuando llegas delante de la pantalla, te comes el teclado y en diez o quince minutos has hecho la entrada.
- Es que yo voy en coche y tengo que ir atenta a la conducción. De todos modos, sigo pensando que hay que dedicarle un tiempo.
Desde luego. Pero es que a lo mejor debes dedicárselo.